Nota del autor: Esta es una continuación de "MS #3 //La historia de la oveja", que está aquí.
Ross le miraba sentada desde una silla bajo el estrado, estaban en el club, y ella tenía las piernas juntas, parecía entretenida.
-Bueno y ese es mi problema. Necesito algo para correrme, tengo las gónadas hinchadas, ademas de que creo que el otro día las vi moverse solas de la desesperación.- Termino de decir Flash, desahogándose por completo, había terminado de contar su extraño caso.
(Nota del autor: El problema de Flash es que este no podía terminar de correrse. Lo puedes leer aquí.)
Flash había llegado al club hace dos horas, ya deberían ser cerca de las once de la noche, el club cerraría al amanecer.
Tenía la impresión de que la gente del club no era mala, o al menos eso parecía, claro, menos oveja.
Ese es un hijo de puta.
Flash, no queria que terminara el evento sin tener una solucion a su problema, así que decidió coger al toro por los cuernos, y cuando el descanso terminó, y Diana preguntó que quién era el que quería subir al estrado, Flash había levantado la mano.
Esto se acabaría ahora, debía saber si alguna de esas diez o quince personas en el club tenía la solución a su problema.
Por un instante Flash creyó que nadie le respondería, o se reirían
de su problema. Pero esas ideas se fueron como la llamas sobre las velas de una
torta de cumpleaños, cuando un niño pequeño las soplaba.
La mano de una mujer joven se levanto.
-¿Te gustan los cactus?- dijo desde el fondo del gimnasio, donde se reunía el club, Flash vio que debía de tener unos diez y nueve años, parecía una universitaria.
-hemm... no, no creo que eso vaya a funcionar.- dijo Flash, intentando no imaginar nada particularmente rocambolesco.
-¿cómo lo sabes? ¿Te gustaría probarlo?- pregunto la joven de forma coqueta, rozando lo indecente.
-hem...- respondió Flash intentando pensar rápido, pero no pudo terminar la oración porque alguien más le interrumpió.
-¿y robots?- dijo un chico de lentes oscuros desde la mesa de bebidas.
-no le hagas caso Flash, terminaras electrocutándote el miembro.- dijo Diana, la encargada, al lado del muchacho.
- ¿Que tal un stormtrooper?- pregunto un muchacho alto, más cercano al estrado donde estaba de pie.
Después de esa pregunta Flash no pudo siquiera contestar, la sala se lleno de personas recomendando fetiches y señalando que unos eran mejores que otros, la bulla y cacofonía llenaron el reposado ambiente y lo remplazaron con desorden.
Flash solo llego a escuchar a dos tipas peleando y diciéndose entre ellas:
-¡por dioos! ¡¿Como puedes decir que meterte una copa es mejor que la verga de un ebrio?!
-¡porque lo es! ¡Follarte a ebrios es una mierda! ¡Las copas al menos son limpias!
-¡¿acaso no recuerdas que le paso al tipo del one guy one cup?!
-¡ese es el mejor video que he visto zorra! ¡Y lo sabes! ¡Que te jodan!
-¡que te jodan a ti idiota!
Entonces el caos reino, la gente se empezó a reñirse unos a otros, Flash miro a Ross, y este le devolvió una mirada llena de incredibilidad, ¡¿qué demonios estaba pasando?!
De repente Flash creyó entenderlo, el se había dado cuenta de que había preguntas que simplemente no podías hacerlas en algunos sitios; como por ejemplo, no podías entrar a un club de fanáticos extremistas de las guerras de las galaxias y preguntar por qué Spock no usaba la fuerza; o peor aun, por qué los disparos de las naves hacían ruido, si en el espacio el sonido es inexistente.
-¡BASTA!
-¡vete a la mierda Diana! ¡No escucho a alguien que tiene un enamorado que prefiere cogerse frutas en vez de a ti!- dijo Mila dentro de la tormenta.
(Nota: El enamorado de Diana: aquí.)
"Golpe bajo... ¿en serio hay tipos que prefieren cogerse frutas que a chicas, o mejor pregunta ¿hay tipos que se cogen frutas?, y si es así, ¿cómo?" pensó Flash, la bulla de la sala menguo por un momento.
Mila se tapo la boca, sin entender como aquellas palabras habían salido de sus labios, luego miró a Diana.
Ella tenía el ceño fruncido.
-dis... disculpa Diana, no pienso de esa manera, no sé qué paso.
-Basta ya, esto solo se puede arreglar de una manera, llamemos por movil al fetichista.- dijo Diana solemne.
En ese momento el ambiente fue envuelto en una penumbra escalofriante.
-¿Quien es el fetichista?- pregunto Ross.
-Es el que fundó el club...- dijo oveja, sin quitar la mirada de Diana.
-¿Fundó? ¿Cuánto tiempo lleva esta mierda?- pregunto intrigada Ross.
-mucho tiempo, mucho...- dijo la chica que folla ebrios, a la que Flash había visto pelear con su amiga la chica copas.
-llamaremos al fetichista, y él le dirá a Flash que debe hacer para correrse, el puede hacer correrse hasta a los fantasmas... así lo dicen.- dijo la chica de las copas al lado de su amiga.
-estas de joda ¿cierto?- dijo Flash conteniendo una sonrisa.
-es verdad.- dijo de pronto una misteriosa voz.
Un hombre había salido de la sombra y al parecer estaba al tanto, Flash no lo había visto al llegar, pero lo reconoció al instante.
-¿Wicho? ¿Wicho Garcia?- pregunto Ross estupefacta.
-yo lo he visto.- dijo Wicho mirando a Flash.
En ese momento Ross también miró a Flash, este le devolvió la mirada desconcertadamente.
Y en una pequeña fracción de segundo la mirada de Flash y Ross se dijeron a gritos: "¡¿Que está pasando aquí?!"
(Nota del autor: Este es el penúltimo capitulo, antes de cerrar la historia.)
Autor: Drope.
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